Todo empezó una noche en la que me encontraba
en la casa de unos primos, fuera de la ciudad, el pueblo se llama San Juan
Chilateca. Eran aproximadamente las 11:50 pm faltaba poco para las 12:00, mis
tíos no se encontraban porque habían ido a una fiesta y nosotros estábamos
jugando videojuegos, pero de repente, se fue la luz, mi primo fue a buscar una
linterna y yo me quedé calmado con otro primo de la misma edad que yo.
De repente se empezaron a escuchar unos
ruidos, sonaban como lamentos de una persona, los dos pensamos que el que los
hacía era mi primo que fue a buscar la linterna, pero no fue así, el
regresó y se seguían escuchando esos
lamentos muy horribles y escalofriantes; los tres sentimos que bajaba la
temperatura y escuchábamos como poco a poco se acercaban aquellos lamentos,
pero repentinamente la electricidad volvió y se dejaron de escuchar.
Vimos el reloj y marcaba las 12:00 de la
noche, en ese momento un terror nos invadió por todo el cuerpo, mis tíos
llegaron media hora después. No les quisimos decir nada. Pasaron dos días desde
ese incidente, yo seguía en el pueblo y de nuevo mis tíos salieron así que nos
quedamos solos mis primos y yo. Se acercaba las 12:00 de la noche y de repente
se escuchó una carreta, nos peguntamos que hacía una carreta en pleno siglo XXI
rondando por las calles, pero uno de mis primos , el mayor, nos dijo que no
saliéramos a ver, ya que se trataba de
la carreta de la muerte, y dijo, hay personas que la han visto y que han
aparecido muertas; eso nos asustó mucho y de inmediato cerramos con llave y nos
escondimos en la habitación de mis tíos. Esta situación nos había preocupado
así que decidimos preguntarle al Tito( así se le dice al abuelo en los pueblos)
y nos dijo que hace mucho tiempo cuando él era apenas un niño, en ese pueblo
comenzaron a matar a mucha, pero mucha
gente y que en una noche aproximadamente a las 12:00 mataron a una familia entera, menos a la
señora; esa señora comentó el tito , murió de depresión y sola, y desde su muerte
siempre se escuchaban sus quejidos y lamentos en la noche, los niños y adolescentes la podían escuchar
al estar solos y cuando eran las doce, ya que a sus hijos los habían matado
cruelmente y enfrente de ella. El tito también explicó que la carreta de la
muerte se escucha porque de tantos asesinatos se ha aparecido cada noche en busca de otra nueva víctima.
Desde ese día cuando voy a ese pueblo les digo a mis tíos que no salgan después
de las doce y siempre ruego no escuchar esos lamentos tan escalofriantes.
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