En una tarde de
invierno, se encontraba una familia de osos entorno al fogón, con ellos estaba
el búho cantor y la veloz pantera azul.
Todos
disfrutaban del calor del fuego pero de repente la pantera se levantó y se puso
a llorar. -¿Qué tienes?- preguntó
el búho.
-estoy
depre (sic) porque eh perdido mi reloj de más de 500 granos de trigo y eso me
pone triste.
-Y…
¿en dónde lo perdiste?- Dice una interesada osa.
-pues
no se- aclara la pantera.
-¡Vamos!-
Dice el oso más pequeño de la familia. –No le tomes importancia, es un objeto
nada más-
-pero
aparte de que era un costoso reloj era mi más preciada posesión, ese reloj
me lo dio mi abuelo el tigre de bengala
y tenía un valor sentimental… ¡que me coma un león!-
-No
digas eso- dice el búho cantando, -el “peque” tiene razón, es un objeto, algo
material, no le tomes demasiada importancia, disfruta lo que tienes, se feliz
con ello y ¡sonríe pantera!
La
pantera secándose las lágrimas contesta.- tienen mucha razón amigos, es algo
insignificante teniéndolos a ustedes y su amistad, gracias por ser mis amigos-
-Hay
pantera- dice la osa.
Entonces
el oso mayor invita a todos a regresar al fogón, todos vuelven y se comen unos
deliciosos bombones con miel de las amigas abejas.
Moraleja: “No todo gira en torno a algo o alguien, la
amistad es la más lindo, valioso y costoso
que alguien puede tener, un tesoro que debemos cuidar con todo el corazón.”
Autor: José Manuel Vargas Méndez
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