Había una vez un león que le gustaba ayudar a sus amigos
siempre que lo necesitaran.
El tigre, amigo del león siempre le pedía comida, lo hacia
todos los días, y el león, como buen amigo que era, le daba la comida porque
creía que algún día cuando el tuviera hambre el tigre lo iba a ayudar.
Un día, el león iba caminando por la selva, de repente vio
que unos cocodrilos estaban corriendo con comida en su boca, así que corrió
rápidamente a su casa y se dio cuenta que la comida que llevaban los cocodrilos
era la suya, los cocodrilos le habían robado su comida.
El león se puso muy triste y muy hambriento fue a buscar al
tigre para que le diera un poco de comida en lo que él conseguía la suya, pero
el tigre le dijo que no, que no podía darle porque tenía solo para él y se la iba a comer toda.
Desde ese día el león aprendió que a veces es mejor pensar en
el mismo primero que en los demás.
Moraleja:
“Es mejor pensar en ti mismo antes que en los demás, pero no
de forma egoísta”
Autor: María Carolina Moreno Estrada
Autor: María Carolina Moreno Estrada
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