Cuenta la leyenda que en una carretera no muy lejana de la
capital de la ciudad de Oaxaca, han sucedido eventos que han
impresionado a mucha gente, esta carretera que es la que conecta a Etla
viniendo de la capital, fue el lugar en donde hubo enfrentamientos militares
muchos años atrás. La gente dice que aquellos que murieron en ese lugar
no descansan en paz y siguen rondando por ahí viendo a quien arrebatarles la
vida.
En el segundo domingo del mes de julio, un joven de 27 años
para festejar el día del padre, decidió comer en casa y le pidió a
su mamá que le preparase su platillo favorito, pero aquella señora cuando
el joven llegó a casa, le pidió una disculpa, pues no pudo prepararle su
platillo a falta de tiempo.
El joven “Manolo” como su familia le decía, al ver que no
había nada en su casa para comer, le habló a su esposa para invitarla a
comer, pero ella negó la invitación porque estaba festejando a su papá.
Manolo al no tener con quien estar y qué comer, decidió
llamarle a su amigo Francisco, él contestó la llamada, le contó lo que había
sucedido y Paco le dijo que en Etla había un evento para festejar a los
padres, con música en vivo y buen ambiente. Entonces le hizo la
invitación a Manolo para ir a ese lugar y como Manolo no podía perder nada,
decidió irse con su amigo. A éste joven de 27 años le gustaban las altas
velocidades, entonces adquirió una motocicleta misma a la que le puso
nitrógeno para que tuviese más potencia al correr, “esa moto no corría,
volaba”, dice la gente.
Entonces emprendieron Manolo y Paco un viaje que cambiaría
por completo el curso de sus vidas. Exactamente en la carretera que hice
remembranza, estos dos jóvenes sufrieron un accidente, se fueron a estampar
contra un árbol a orilla de carretera, salieron volando de la motocicleta (que
terminó echa pedacitos) y que dejó inmovilizado en silla de ruedas a Paco
y a Manolo le arrebató la vida dejando a su pequeño de dos años y un bebé que
venía en camino, huérfanos de padre, una viuda, una madre sin hijo, etc.
Este lugar ha sido bendecido muchas veces por varios
sacerdotes y los accidentes no cesan en la actualidad. Es la carretera en la
que más accidentes y muertes se registran al año en la ciudad de
Oaxaca.
Autor: José Manuel Vargas Méndez
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