Había una
vez una gata muy vanidosa que quería ser la más bella entre todos los animales
para impresionar al gato que le gustaba, y por no ser la más bella se
consideraba a sí misma fea. El mono al oírla quiso darle una lección, entonces
le ofreció prestarle sus orejas. La gata pensó que se vería hermosa con las
orejas del mono y siguió caminando...
El mono se encargó de decirle a todos los animales su plan para darle una lección a la gata; el plan consistía en que cada uno le prestara un parte de su cuerpo y que la gata viera lo fea que se ve así para que aprendiera a valorarse tal como es.
Mientras tanto la gata caminaba, en su camino apareció el conejo quien ofreció prestarle su cola, luego el marrano quien ofreció prestarle su nariz, la hormiga que ofreció prestarle sus antenas, la tortuga su caparazón, entre otros animales que se sumaron al plan para demostrarle a la gata que si es bonita tal y como es.
La gata, con todas las partes puestas de los diferentes animales que le habían prestado, fue a impresionar al gato que le gustaba. Éste al verla salió corriendo del susto pues había visto algo espantoso, lo más espantoso que había visto en su vida, así la gata comprendió que era más bonita tal y como era que con un montón de cosas encima.
MORALEJA: Uno debe quererse tal y como es, hay que amarse a uno mismo antes de amar a los demás.
El mono se encargó de decirle a todos los animales su plan para darle una lección a la gata; el plan consistía en que cada uno le prestara un parte de su cuerpo y que la gata viera lo fea que se ve así para que aprendiera a valorarse tal como es.
Mientras tanto la gata caminaba, en su camino apareció el conejo quien ofreció prestarle su cola, luego el marrano quien ofreció prestarle su nariz, la hormiga que ofreció prestarle sus antenas, la tortuga su caparazón, entre otros animales que se sumaron al plan para demostrarle a la gata que si es bonita tal y como es.
La gata, con todas las partes puestas de los diferentes animales que le habían prestado, fue a impresionar al gato que le gustaba. Éste al verla salió corriendo del susto pues había visto algo espantoso, lo más espantoso que había visto en su vida, así la gata comprendió que era más bonita tal y como era que con un montón de cosas encima.
MORALEJA: Uno debe quererse tal y como es, hay que amarse a uno mismo antes de amar a los demás.
Autor: Alejandro Gamboa
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