Hace muchos años ya, en una casucha
olvidada, que alguna vez fue habitada por una extraña familia, creció un árbol,
un árbol hermoso y frondoso, con hojas de una gran variedad de verdes, que iban
desde los verdes más claros hasta los más intensos, de los verdes más brillosos
a los más tenues. El árbol daba una sombra hermosa y fresca, por la noche se
podía oír el aire soplando entre las hojas de este, todos los vecinos estaban
enamorados y maravillados del gran árbol.
Mucha gente venía de las colonias
cercanas a verlo y apreciarlo. Pero existía una persona que detestaba el árbol
como nadie más en el mundo, era una mujer de piel clara, con cabello rubio
natural, era muy hermosa y muchos de los hombres del pueblo estaban enamorados
de ella, pero cambiaron de opinión al ver el árbol, ella ya no era nadie
importante.
Ella estaba muy frustrada debido a
que nadie la quería más, así que una noche preparó una poción mágica que era
capaz de erradicar a cualquier ser vivo en la faz de la tierra. La mujer que
ahora se había convertido en una bruja, salió de su casa una fría noche, roció
la poción mágica sobre la tierra cerca del árbol y éste a los pocos días murió
perdiendo sus hermosos colores y comenzó a caerse en pedazos hasta que los
vecinos tuvieron que talarlo. La mujer confesó su secreto y tachándola de bruja
todo el pueblo la llevó a la hoguera.
Hasta ahora ningún campesino ha
podido sembrar en esa zona, cada pequeño árbol que es sembrado muere al cabo de
un mes, los vecinos dicen que es causa de la poción que la bruja roció ahí.
Autor: Marco Vinicio García Magaña
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