Amor,
zombies y algo más.
Personajes:
Santiago
Daniel
Samuel
Samantha
Emmanuel
Rodrigo
Patty
David
Sofía
Carol
Rubén
Ana
Los suburbios se encontraban en una situación crítica. Los alrededores tienen una vista frívola y devastadora. El ambiente tenía un tono grisáceo, sucio, silencioso y sin vida. Al fondo de la escena se encontraba una camioneta vieja y oxidada. La calle vacía y con basura por doquier hacía claro el hecho de que estaba, supuestamente, abandonada.
(Entra en escena Santiago gritando desesperado)
Santiago: ¡AYUDA! ¡Alguien ayúdeme, por favor!
(No se escucha ninguna contestación, ni ruido alguno)
Santiago: (Con lágrimas de desesperación corriendo por sus mejillas) Por favor, ayúdenme. Sé que hay alguien ahí.
(Al fondo
se escuchan unos pasos como si arrastraran una pierna. Santiago se asoma
intentando ver de dónde provenía éste sonido inquietante. Aquel caminar que
alteraba los nervios de Santiago provenía de un ser fuera de lo común, un
zombie. Santiago sale corriendo despavorido y entra a una casa.
Dentro de esa casa se encontraba una familia de tres integrantes)
Dentro de esa casa se encontraba una familia de tres integrantes)
Daniel: ¿Quién es usted? ¿Qué hace aquí? ¿Lo mordieron?
Samantha: ¡Aléjate de él, hijo!
Samuel: (apuntando a su cabeza con un arma pequeña) ¿Quién es usted?
Santiago: (levantando las manos con un tono de miedo y sollozando) Mi nombre es Santiago, estoy confundido. ¿Dónde están todos? ¿Qué son esas cosas de allá afuera?
(Samuel baja el arma y presenta a cada uno de los integrantes de su familia, su hijo Daniel y su esposa Samantha)
Samuel: "Todos" son esas cosas que ves afuera. ¿Dónde has estado los últimos meses? ¿En realidad no estás enterado?
Santiago: (asombrado y preocupado) ¿Cómo? ¿Enterado de qué? Acabo de regresar de España y vine a buscar a mi familia, pero nada parece como antes.
Samuel: Déjame contarte lo que sucedió. Los laboratorios que se encuentran en la ciudad comenzaron a hacer experimentos con humanos, según para mejorar su calidad de vida y encontrar la cura a algunas enfermedades. La situación se salió de control. Hubo mutaciones y entre ellas aquellos seres caminantes que si te muerden, te convierten en uno de ellos.
Santiago: (Aterrorizado) Eso no puede ser posible. ¿Dónde está mi familia? Necesito encontrarlos y sacarlos de aquí cuanto antes.
Samantha: (como sintiendo lástima por aquel hombre) No quisiera matar tus ilusiones, pero aún si tu familia está viva no podrás salir de aquí. Si pudiste entrar fue por suerte porque hay de esas criaturas por todos lados y no hay comunicación con el exterior.
Santiago: (desesperado intenta salir de la casa) Tengo que salir de aquí. Tengo que encontrar a mi familia. Yo los voy a sacar de aquí.
Samuel: (lo jala del brazo) No puedes salir. Con tus gritos ya atrajiste muchos zombies. Nos pones en riesgo a todos. ¡Tranquilízate!
Santiago: (se tranquiliza un poco) Está bien, me calmo. Pero en cualquier momento saldré a buscarlos. Sé que siguen con vida, puedo sentirlo.
Al día siguiente, Daniel le dio a Santiago algunas municiones para que pudiera buscar a su familia corriendo los menores riesgos posibles.
Santiago: (saliendo de la casa) Gracias por haberme ayudado. En caso o no de encontrar a mi familia, prometo regresar por ustedes y sacarlos de aquí.
Daniel: Señor, no olvide que sólo dejan de ser un peligro cuando les dispara en la cabeza ¡en la cabeza!
Samantha: Cuídate mucho y no te olvides de nosotros.
Samuel: Ten cuidado. No te acerques mucho a ellos y evita disparar o hacer demasiado ruido porque los va a atraer.
(Santiago les sonríe y se pierde a lo lejos por la carretera. Se dirige a su antigua casa.)
Camina durante 1 hora sin descansar. Cuando al fin se detiene a tomar agua, se le acercan 3 zombies y lo acorralan contra la pared de una casa. Para no llamar la atención de más de estas criaturas, utilizó una navaja para exterminarlos y salió corriendo de inmediato sin mirar atrás. Después de 10 minutos de seguir corriendo, llegó a su esperado destino. Abrió la puerta con lágrimas en los ojos y esperanzado. Sabía que esos segundos eran cruciales, no sabía qué encontraría ahí a dentro)
Santiago: (desesperado y emocionado a la vez, entra a la casa) ¡Mi amor! ¿Estás aquí? Por favor, contesta.
(Se escucha que algo cae en la cocina)(Santiago entra corriendo a la cocina y ve a una rata)
Santiago: (preocupado) ¿Dónde están? ¿Por qué no están aquí? ¿Estarán muertos? ¿Serán como esos de allá afuera? ¡No! No, eso no es posible. Les enseñé todo lo que sé, no pueden estar muertos ¡NO! Pero si siguen con vida ¿dónde están? ¿A dónde fueron? Tal vez.... ¡No! Eso es muy arriesgado. La ciudad está muy lejos de aquí y todo está encerrado y bien resguardado. O quizá encontraron alguna forma de salir, algún punto débil de la cerca que nos separa del mundo... ¿Y si fueron en busca de una cura? Aun así sería imposible que ellos dos lograran salir con vida. Por lo que puedo notar, el gobierno no quiere que el mundo se entere de lo que está sucediendo aquí. Si mi pequeño y su madre siguen vivos, corren demasiado peligro solos. Tengo que ir por ellos. Aquí faltan muchas cosas, es obvio que siguen con vida. (Toma todas las provisiones que encuentra y sale de la casa)
(Camina sigilosamente por la orilla de la calle principal de su vecindario, evitando mirar atrás pues lo que se encontraba a su alrededor era completamente perturbador. Era como si el Apocalipsis hubiese comenzado y cualquier esperanza de salir fuese totalmente irónica)
Santiago: ¿Cómo es que pasó todo esto? ¿Es real? ¿Estoy despierto? (Guarda silencio por un instante) Creo que tendré que acostumbrarme a hablar solo... Esto parece una historia de terror.
(Sigue caminando por la orilla de la carretera hasta que cae la noche) (Entra sigilosamente en una casa para descansar)
(A la mañana siguiente, Santiago se prepara para salir de la casa hasta que escucha un ruido en una habitación) (Entra a la habitación apuntando un arma, listo para disparar) (Abre la puerta del armario y encuentra a un joven) (El joven se pone de pie y levanta las manos asustado)
Emmanuel: ¡NO ME MATE, POR FAVOR! Se lo suplico.
Santiago: (baja el arma) Tranquilo, no pienso hacerte daño. ¿Has estado aquí todo éste tiempo? ¿Por qué no saliste antes?
Emmanuel: Es que tenía miedo. Creí que era una de esas criaturas.
Santiago: ¿Estás solo? ¿Tienes familia? ¿Cuál es tu nombre?
Emmanuel: Sí, estoy solo. Mi nombre es Emmanuel y he perdido a toda mi familia a causa de esas cosas (con tono de melancolía y enojo).
Santiago: Lo siento mucho. Yo soy Santiago... Y dime ¿Has estado aquí mucho tiempo?
Emmanuel: He estado huyendo de esas criaturas y llegué a esta casa hace dos días. ¿Qué es lo que busca usted?
Santiago: Verás... Acabo de llegar de España y no estaba enterado de lo que estaba sucediendo aquí, pero estoy en busca de mi familia. Algo me dice que mi esposa y nuestro pequeño están vivos. Tengo que encontrarlos y salir de aquí.
Emmanuel: Señor, yo le puedo ayudar a encontrarlos si me deja acompañarlo. Como le dije, ya no me queda nada y si sigo escondiéndome no creo durar mucho con vida.
Santiago: No me caería mal un poco de compañía, pero tendrás que hacer lo que yo te diga.
Emmanuel: Está bien. Dígame qué hacer.
Santiago: En primera, tienes que portar esta arma todo el tiempo (saca un arma de su mochila y se la entrega) No olvides apuntar a la cabeza. Segundo: tienes que evitar lo más posible disparar, esto para ahorrar municiones y no atraer a más caminantes. Tercero: no te alejes demasiado, así entre los dos podremos defendernos. ¿Has entendido?
Emmanuel: Todo me queda claro, señor.
Santiago: Entonces vámonos. Tenemos que aprovechar lo más que se pueda la luz del día.
(Salen de la casa y caminan por la carretera manteniéndose a una considerable distancia de los caminantes)
(Entran a las casas más grandes que se encuentran en el camino y notan que en todas pareciese como si alguien ya hubiera tomado comida y todo aquello que fuera útil para sobrevivir) (Siguen caminando hasta llegar al bosque)
Emmanuel: (murmurando) ¿Cree que su familia esté escondida aquí?
Santiago: Realmente espero eso. No quiero ni pensar que... ¡No! Ellos siguen con vida. Yo lo sé, lo sé.
Emmanuel: Si es así, los encontraremos. No pierda la esperanza.
Santiago: Lo sé, pero es que ver tantos cadáveres y caminantes por todos lados me desconcierta. He tenido pesadillas en las que le disparo a un caminante que resulta ser mi esposa... (La voz se le quiebra un poco al hablar de eso)
Emmanuel: ¡Mire! Ahí hay un niño. (Señala hacia el frente)
(Santiago voltea inmediatamente) (Daniel estaba escondido detrás de un árbol)
Santiago: ¿Daniel? ¿Eres tú? (Acercándose lentamente)
Daniel: (llorando) Sí, señor. Ayúdeme por favor. Mis papás quieren comerme. Por favor, ayúdeme.
Santiago:(sorprendido) ¡¿Cómo?! ¿Qué sucedió?
Daniel: Las criaturas lograron entrar a la casa y mordieron a mis padres cuando intentábamos escapar. Logré salir con vida de ahí, pero después mis papás intentaron morderme. (Desconsolado)
Santiago: (lo abraza) Tranquilo, pequeño. No dejaré que nada te pase. Mira, él es Emmanuel y entre los dos te vamos a proteger.
Daniel: (seca sus lágrimas) Gracias, muchas gracias. Debo decirle... Antes de que mi padre se convirtiera me dijo que se rumoraba de un pequeño campamento cerca del lago. Quizás su esposa y su hijo estén ahí.
Santiago: No tienes de qué agradecer, ustedes me ayudaron a mí y yo haré lo mismo por ti. Pues vayamos hacia allá. Mantente cerca de nosotros.
Emmanuel: (Pone su mano en el hombro del pequeño) Tranquilo, muchacho. Estás más seguro con nosotros.
(Siguen caminando) (Cae la noche y entran a una pequeña cabaña que se encontraba en el camino) (Santiago abre la puerta apuntando el arma con la linterna encendida, detrás de él se encuentra Daniel quien entra sigilosamente observando a todas partes con miedo y precaución, mientras Emmanuel les cubre la espalda)
Santiago: (murmurando) Está despejado, podemos pasar la noche aquí sin problemas. Yo vigilaré el primer turno.
(Daniel y Emmanuel colocan unas cosas en el suelo para poder acostarse, mientras Santiago se queda despierto para vigilar)
(A la mañana siguiente los tres se encontraban perdidamente dormidos)(Aparece un zombie y está apunto de morder a Emmanuel)(Emmanuel despierta y cuando lo ve grita e inmediatamente le clava su navaja en la cabeza)(Santiago y Daniel despiertan sorprendidos)
Santiago: ¡¿Estás bien?! ¿Te mordieron?
Emmanuel: No, estoy bien. (Intentando tranquilizarse)
Santiago: Tenemos que salir de aquí antes de que vengan más de esas criaturas.
(Toman sus cosas y siguen su camino)(En el bosque se aprecian cadáveres de personas y animales)(Al fondo se nota una oleada de caminantes hambrientos)
(Daniel se aterroriza y sale corriendo sin mirar atrás, ni escuchando cuando Santiago y Daniel le piden que pare)(Santiago y Daniel persiguen al niño hasta salir de escena)
(Daniel se detiene y nota que no hay nadie a su alrededor)
Daniel: (asustado) ¿Dónde estoy? (Gritando) ¡Señor! ¡Emmanuel!
¡Estoy aquí!
(No hay contestación)
Daniel: (preocupado) ¿Habrán continuado sin mí? ¡No! No serían capaces de abandonarme. (Gritando con desesperación) ¡Estoy aquí! ¡Señor! ¡Emmanuel!
(Se escuchan unos pasos a sus espaldas) (Voltea inmediatamente y se asusta al ver que dos caminantes se encontraban justo en frente de él) (Daniel corre y se tropieza) (Los caminantes se acercan a él para comérselo) (Daniel intenta tomar el arma que se encuentra a cerca de él en el suelo, pero no lo logra) (Daniel comienza a gritar desesperadamente)
Daniel: ¡AYUDA! Por favor, alguien ayúdeme. ¡Noooooo!
(Entra inesperadamente un hombre alto con músculos marcados y termina con los zombies para salvar al pequeño) (Le da la mano y lo ayuda a ponerse de pie)
Daniel: Muchas gracias, señor. Creí que moriría.
Rodrigo: De nada, pequeño. ¿Qué hacías rondando solo por el bosque?
Daniel: No estaba solo... Venía con un señor y un joven, pero vi a muchas de esas criaturas y salí corriendo hasta que los perdí.
Rodrigo: ¿Hay más sobrevivientes? ¿Cómo te llamas?
Daniel: No, sólo nosotros tres. Me llamo Daniel ¿y usted?
Rodrigo: Me llamo Rodrigo. Ven conmigo, yo y otros sobrevivientes tenemos un campamento.
Daniel: (emocionado) ¿En serio? (De pronto recuerda lo que su padre le dijo de aquel campamento y pregunta) ¿en dónde está ese campamento?
Rodrigo: Cerca del lago. No es mucho, pero es el lugar más seguro que hemos encontrado.
Daniel: ¡No lo puedo creer! Nosotros íbamos hacia allá para buscar a dos familiares del señor Santiago.
Rodrigo: ¿Ah sí? ¿Sabes sus nombres? Quizá sigan con vida y estén en el campamento.
Daniel: No sé sus nombres. Creo de debo encontrar a Emmanuel y al señor Santiago para avisarles.
Rodrigo: Creo que no hará falta. Allá vienen dos hombres. ¿Son ellos?
(Daniel voltea)
Daniel: ¡Señor Santiago! ¡Emmanuel! ¿Son ustedes?
Santiago: ¡Daniel! ¿Estás bien? Creí que te habíamos perdido.
Daniel: Éste hombre llegó justo a tiempo para evitar que me comieran esas cosas. Su nombre es Rodrigo y viene del campamento que estamos buscando ¿puede creerlo?
Santiago: ¿Es eso cierto?
Rodrigo: Así es, Santiago. Yo y otros tenemos un campamento cerca del lago.
Santiago: (emocionado) ¿Están ahí un pequeño llamado David y su madre Patty?
Rodrigo: Sí, ellos están ahí.
Santiago: ¿Nos podrías llevar allá? Por favor, te lo ruego. Necesito ver a mi familia. No sabes por todo lo que he tenido que pasar estos últimos días.
Rodrigo: Yo los llevaré allá. No se preocupen.
(Rodrigo camina, mientras los demás lo siguen)(Salen de escena)
(En el campamento)
Rodrigo: (gritando) ¡Patty! ¡David! ¿Dónde están?
(Patty se acerca)
Patty: ¿Qué sucede?
(Rodrigo se mueve y detrás de él se encuentra Santiago)
(Patty emocionada corre hacia él y salta) (Santiago la atrapa y la abraza con lágrimas de alegría en los ojos)
Patty: Mi amor, estás aquí. Estás vivo. No lo puedo creer. ¿Cómo nos encontraste?
Santiago: Algo me decía que ustedes seguían con vida y no iba a descansar hasta encontrarlos.
Patty: Creímos que no volveríamos a verte. Las cosas aquí han empeorado a diario.
Santiago: Sí, ya me han contado algunas cosas. Tiene que haber alguna salida y yo la voy a encontrar, los sacaré de aquí así tenga que dar mi vida por ello.
Patty: Hemos buscado esa salida hace mucho sin ningún éxito.
(Patty nota la presencia del pequeño Daniel y Emmanuel) ¿Quiénes son ellos?
Santiago: Lo siento, lo olvidé un segundo. (Señalando a Daniel) El pequeño es Daniel y (señalando a Emmanuel) él es Emmanuel.
Emmanuel: Mucho gusto señora.
Santiago: Y... ¿Dónde está David?
Patty: Fue a pescar, ya no tarda en regresar.
Santiago: Aún no puedo creer que estés aquí, frente a mí.
Patty: Parece un sueño, pero estamos juntos otra vez. Vengan, les serviré algo de comer. Deben estar hambrientos.
(Se sientan alrededor de los restos de una fogata, mientras Patty les sirve de comer) (Daniel y Emmanuel devoran la comida)
Patty:
Tranquilos chicos, hay más comida.
Santiago:
No tienes una idea de lo que pasé todos estos días sin ti, sin David. La
desesperación de no saber si estaban con vida o no. Tenía tanto miedo de verlos
convertidos en esas cosas. Supe que algo estaba mal cuando no pude comunicarme
con ustedes de ninguna manera y vine de inmediato.
Patty:
Tranquilo, amor. Ya estás aquí. Nosotros teníamos que acostumbrarnos a la idea
de no volverte a ver. Fue muy duro para nosotros, pero eso ya no importa pues
estás aquí con nosotros.
(Entra en
escena David) (Ve a su padre y corre hacia él) (Santiago se levanta y lo carga)
David:
¡Papá! ¡Estás aquí! Estás vivo.
Santiago:
Aquí estoy, pequeño. Vine por ustedes. Vamos a salir de aquí.
David: No
creo que eso sea posible. Hemos buscado una salida, pero no hay nada.
Santiago:
No digas eso. No pierdas la esperanza, pequeño. Saldremos de aquí con vida.
David:
¿De verdad crees eso, papá?
Santiago:
Sí, hijo. Te lo prometo.
(Santiago
presenta a Emmanuel y a Daniel) (Daniel termina de comer y se va con David) (Santiago
llama a Rodrigo)
Rodrigo:
¿Qué sucede?
Santiago:
Tenemos que hacer un plan para poder salir de aquí.
Rodrigo:
¿Realmente crees que funcione?
Santiago:
Sí, funcionará.
Rodrigo:
Si estás tan seguro iré por los demás para que nos ayuden.
(Rodrigo
llama a otras 5 personas: Sofía, Carol, Rubén, Sebastián y Esteban)
Santiago:
Mi nombre es Santiago y soy el esposo de Patty. No tiene mucho que llegué y
vengo con la idea de salir de aquí. Sé que hay una posibilidad porque yo pude
entrar, así que podremos salir. Tenemos que ser muy cuidadosos porque no será
fácil.
Sofía:
Haré lo que sea para salir de esta pesadilla.
Carol: Ya
no me queda nada que me mantenga aquí.
Esteban:
Mi hermano Sebastián y yo estuvimos con los responsables de la cerca que nos
separa del mundo y hay una torre de control, pero se encuentra a varios
kilómetros de aquí.
Santiago:
¿Sabes cómo llegar?
Esteban:
Sí, pero va a ser complicado. Hay demasiada vigilancia y muchos caminantes.
Sebastián:
Tiene razón. Si logramos acercarnos a la torre, nos dispararán.
Rubén: ¿Y
los zombies? ¿No han pensado que ellos podrían terminar con nosotros?
Santiago:
He pensado en todos los riesgos que corremos, pero considero que es mucho mejor
intentar salir que morir aquí.
Rodrigo:
Tenemos suficiente armamento y municiones, pero no todos saben usarlos.
Santiago:
Tendremos que enseñarles a todos y cuando digo “todos” me refiero a TODOS.
Rodrigo:
¿Estás seguro que a los niños también?
Santiago:
¿Cuántos niños hay en el campamento?
Rodrigo:
Contando a Daniel, son 3. Una niña: Ana.
Santiago:
Pues tenemos que enseñarlas. No perdamos tiempo.
(Salen de
escena para enseñar a todos a disparar y a usar navajas para deshacerse de los
zombies) (Dos días después por la mañana…)
(Entra en
escena Santiago)
Santiago:
Apresúrense todos. Tenemos que aprovechar la luz del sol.
(Emmanuel
entra en escena hablando con Carol, se notan muy cercanos el uno al otro)
Emmanuel:
Carol y yo ya recogimos las provisiones.
(Entran
en escena Patty y los niños)
Patty:
Los niños están listos.
(Entran
en escena Rubén, Esteban, Sofía y Sebastián) (Esteban abraza a Sofía y le dice
que todo va a salir bien) (Rubén los mira con celos y resentimiento)
Sebastián:
Ya estamos listos. Podemos irnos.
(Caminan
durante horas hasta que a lo lejos logran ver la torre)
Santiago:
No veo a nadie vigilándola. Parece que está vacía.
Esteban:
¿Qué habrá pasado?
Santiago:
No lo sé, pero tenemos que llegar ahí cuanto antes. La luna comienza a salir.
Sebastián:
Cerca de aquí hay un laboratorio. Podríamos ocuparlo de refugio para pasar la
noche.
Santiago:
¿Queda muy lejos?
Sebastián:
A unos 10 minutos de aquí.
Santiago:
Vayamos entonces.
(Caminan
hasta llegar al laboratorio) (Esteban logra abrir la puerta mediante un código)
(Entran todos apuntando sus armas)
Patty:
Parece que no hay nadie.
(Detrás
de una pared, sale un científico)
Diego:
¿Quiénes son ustedes? ¿Qué hacen aquí? ¿Cómo entraron?
Santiago:
Venimos a buscar refugio solo por esta noche. Nos iremos al amanecer.
Diego: ¿A
dónde irán? Ya no hay salida. Todos están muertos.
Santiago:
¿Qué hace usted aquí? ¿Cómo sabe que todos están muertos?
Diego:
Soy la única esperanza, el único sobreviviente que tiene acceso al virus que
ocasionó esa monstruosa mutación.
Santiago:
Si es así, usted sabrá explicarnos cómo es que todo esto surgió.
Diego:
Todo empezó con querer encontrar una forma de reactivar el cerebro en caso de
una parálisis cerebral. Y así fue, se podría decir. Las cosas no salieron tal
como las habíamos planeado. Sólo una parte del cerebro reaccionó y es dirigida
por un instinto: el de alimentarse. Así fue como esas criaturas nacieron y lo
demás, bueno… es obvio ¿no?
Santiago:
¿No intentaron deshacerse de eso?
Diego:
Así fue, pero era demasiado tarde para intentar enmendar nuestro error.
Santiago:
Nosotros intentaremos salir por la torre de control.
Diego:
(con risa irónica) No creo que eso sea posible. Entiende. Ya no hay
escapatoria.
Santiago:
Sé que es posible salir de aquí.
Diego:
Podrás salir de éste lugar, pero te llevarás una gran sorpresa.
Santiago:
Lo único que quiero es salir.
Diego:
Hay suficientes dormitorios, síganme.
(Salen de
escena pues los lleva a los dormitorios) (Al día siguiente salen del
laboratorio)
Diego: No
digan que no se los advertí. Todos están muertos.
(Santiago
se da la vuelta, los demás lo siguen y se pierden a lo lejos)
(Cuando
se encuentran a unos 100 metros de la torre los ataca una oleada de caminantes)
(Terminan con ellos y quedan sólo 5) (Todos corren y hasta atrás va Esteban,
Carol y Rubén) (Rubén le dispara en el muslo a Esteban para que caiga y lo
devoren los caminantes) (Carol regresa por Esteban y Rubén la detiene)
Rubén:
Déjalo. Ya no podemos hacer nada.
Carol:
¡No! ¡Suéltame! Yo lo voy a ayudar.
Rubén:
¡Entiende! Es hombre muerto.
(Rubén se
da la vuelta y lo muerde un zombie) (Carol sigue corriendo sin mirar atrás, con
lágrimas en los ojos)
(Se
detienen más adelante)
Carol: (Desconsolada)
Santiago, Esteban y Rubén fueron comidos por esas cosas.
Sebastián:
(Sorprendido) ¡¿Qué?! Eso no puede ser. Mi hermano…
Santiago:
(Con un gesto de tristeza) Más pérdidas… Tenemos que salir de aquí cuanto
antes. Pobres muchachos…
Patty: Es
una lástima. Lo siento, Sebastián.
Sebastián:
(triste) Que su muerte no se en vano. Salgamos de aquí antes de que perdamos a
alguien más.
(Sofía
abraza a Emmanuel)
Sofía: No
me dejes nunca, por favor. Ya no me queda nadie más.
Emmanuel:
Tranquila. Siempre estaré a tu lado.
David:
Papá, ¿crees que podremos salir con vida? No quiero morir.
Santiago:
No digas eso NUNCA. Por supuesto que vamos a salir de aquí.
(Siguen
caminando y llegan a la torre que está vacía) (Detrás de ellos se escuchan unos
pasos, aquellos pasos que le ponían los nervios de punta a Santiago) (Santiago
voltea apuntando el arma, apunto de disparar hasta que nota que se trata de
Esteban que está malherido)
Santiago:
¿Estás bien?
Esteban:
He perdido mucha sangre, pero sí.
(Carol
corre hacia él y lo besa muy emocionada)
Carol:
Creí que te había perdido.
Esteban:
Estoy bien. No te podía dejar. No quería…
Santiago:
¿Están listos? Una vez que abra esa puerta sabremos si al fin somos libres.
Todos:
Estamos listos.
(Santiago
abre la puerta)
(Todo se
vuelve oscuro y se escucha un disparo) (Las luces regresan y Patty está en el
suelo con una herida de bala en la cabeza) (Del otro lado de la puerta había un
oficial de policía y todo lo demás era exactamente igual que del otro lado)
(Había cadáveres y contaminación, al parecer todo estaba perdido) (Santiago
voltea a ver a su esposa en el suelo y los demás desaparecen)
Santiago:
¡PATTY! ¡NOOO! No me dejes. Tú no. Amor…
(Santiago
despierta en una sala de hospital conectado a muchas máquinas) (Se asusta y
comienza a quitarse todos los cables y la máscara de oxígeno)
Santiago:
(Alterado) ¿Dónde estoy? ¿Y mi esposa? ¿Qué hago aquí? ¡David! ¡Daniel!
¡Esteban! ¡Carol! ¿Dónde están todos?
Doctor:
Tranquilícese, señor. Usted ha estado en coma durante dos meses. Su esposa está
bien. Ha venido a visitarlo todos los días. ¿Quiénes son ellos? La única que
viene a visitarlo es su esposa.
Todo
resulta haber estado en su mente. Esas personas estuvieron cerca de él en el
avión y su hijo murió en ese accidente aéreo. Santiago fue el único
sobreviviente.
FIN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario